domingo, 8 de julio de 2012

LOS CALDERONES

Hace muchos años que no volvía a recorrer estos hermosos parajes por tierras leonesas y va siendo hora de un feliz reencuentro. El día 5 de julio de 2012 nos acercamos hasta la localidad de Piedrasecha y la sorpresa se dibuja en nuestras caras tras toparnos, primero con su vetusta iglesia para después descubrir su empedrado castillo.

Cruzamos bonitos rincones antes del inicio de la ruta al final del pueblo, dejando el Mesón del Manadero a nuestra derecha.
El mapa y todos los demás datos en: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3041551
Caminamos despacio por un cómodo sendero que lleva hacia el desfiladero dejando el Arroyo de Los Calderones abajo y a la izquierda.
Entre robles, rocas y por suaves lomas que nos circundan
avanzamos descubriendo
aguas cristalinas
y sintiendo, cada vez mas la estrechez de un paisaje escarpado.
Con muy poco esfuerzo y tamizados de color

cruzamos la Fuente del Manadero
para entrar en un anfiteatro rocoso considerado como Punto de Interés Geológico, catalogado como PIG 35 en el atlas del medio natural de la provincia de León.
Descubrimos unas escaleras 
que nos llevaran hasta una sencilla ermita rupestre, donde está ubicada la Cueva de las Palomas y que custodia
la imagen de Nuestra Señora del Manadero, donde el último domingo de julio
se celebra su romería.
Una hermosa panografía del MANADERO DE LA VIRGEN
Nada mas bajar las escaleras nos adentramos en el Desfiladero de los Calderones
y al seguir avanzando nos damos cuenta que el río ya no fluye en superficie y que la circulación ahora es subterránea, fenómeno característico de terrenos de naturaleza caliza.
Quedamos oprimidos por dos cortes verticales de la peña y la garganta se estrecha tanto que se pueden tocar ambos lados a la vez.
Panografía del desfiladero
El paisaje es cambiante y pintoresco y nos inunda un profundo deseo de explorar
dejando al descubierto un magnífico universo pétreo.
Panografía del desfiladero
Al ir avanzando el desfiladero se hace menos angosto y el valle se abre
mientras el Arroyo de los Calderones nos muestra su mejor "puesta en escena" con bellas y saltarinas cascadas
y rincones de gran belleza y frescura,
en un marco incomparable de colores.


Dejando atrás los farallones llegamos hasta lo que fue un poblado llamado Santas Martas. Una leyenda cuenta que en este poblamiento vivía al calor de una abadía y se daba la caridad al terminar la misa y comenzando la gente a sentir espantosos dolores de vientre y que días después fueron muriendo hasta que solo se sentía el mugido de las vacas y los balidos de las ovejas. Se había repartido el pan, llamado caridad, y la mujer que lo había amasado de noche a la luz de un candil con el agua del arroyo tomo una "vacaloria" o salamandra sin advertirlo, envenenando la masa. Así murió toda la gente de Santas Martas y solo se libró un viejecita enferma que se había quedado en casa sin ir a misa y como única superviviente quedó dueña del terreno del pueblo.
Después de esta pequeña historia el Comando Senderista al completo.



Desde Santas Martas reanudamos la marcha ascendiendo 
y remontando el hermoso valle del Arroyo de Pernaliega entre la Peña de Santas Martas y el Alto del Palomar.
El desnivel va creciendo
a medida que nos acercamos 
al Collado del Fito.
El paisaje ha cambiado y hacia el este podemos ver los valles que descienden hacia la Pola de Gordón y La Robla
mientras al oeste, disfrutamos de las montañas de la comarca de los Barrios de Luna.
El último repecho tras el collado,
y con la compañía de rosadas dedaleras
vamos ganando altura
y las vistas se hacen mucho mas hermosas
sumergiéndonos en las Vegas del Palomar.
Un camino a la izquierda nos dirige hasta la cota mas alta del día de hoy, el Alto del Palomar con 1816 metros de altitud
y desde donde podemos admirar la amplia depresión tapizada de pastizales donde sestea una  gran población de ganado vacuno.

El verano nos deja mas colores que se muestran a nuestros pasos

para entrar en el valle de Villidiechos con el telón de fondo del Alto de la Viesca de 1834 metros.
En varios zig-zags
vamos descendiendo con parsimonia
siempre, por un buen marcado camino.
Buscamos el Arroyo de los Calderones
entre bonitas imágenes
y entretenida charla.
Mención especial para "Pistón" que también nos acompaño en esta aventura, intentando refrescarse después de dedicarnos el viaje de Valladolid a Piedrasecha todo un recital de aerofagia, flatulencia y meteorismo. En el viaje de regreso no hubo incidencias.
Con el bonito perfil del Alto de la Viesca, Collado Tijero
y el colorido de bellas flores
cerramos el círculo de nuestra ruta en el caserío de Santas Martas con sus ruinas y corrales de piedras.
De nuevo nos dirigimos hacia el Desfiladero de los Calderones
donde la garganta nos traga y nos empequeñece
entre sus moles graníticas.
En su interior, sus paredones brillan como la plata reflejados por el sol.

Recodos

y angosturas
jugamos entre sus fauces
y callejones profundos.
Atrás dejamos el desfiladero y tomamos rumbo de la mano del Arroyo de los Calderones, dejándonos transportar con su rumor y su quietud
navegando hacia Piedrasecha.
Antes de llegar al pueblo surge una gran roca silícica llamativa por sus líquenes amarillentos y denominada El Serrón
para caminar, un poco mas adelante por terrenos ferruginosos
y finalizar nuestra ruta en la iglesia de Piedrasecha.
Nos trasladamos hasta la localidad de Carrizo de la Ribera para disfrutar de un suculento agape. Muchas gracias a Eduardo Flecha por la elección de la ruta y la contundente barbacoa.
Saludos a todo el Comando Senderista de hoy y a tod@s caminantes virtuales.
El video de youtube: http://www.youtube.com/watch?v=W3Tq2aV9Pok
y un magnífico pase de diapositivas.